miércoles, 14 de mayo de 2008

Tormenta y muerte.

Las aceras nos quieren asesinar.
Se inclinan hacia los coches y son resbaladizas.
Andar por ellas es como ser el amante descubierto,
en calzoncillos por la cornisa de la ventana.

Pero es normal, a nadie le gusta que le pisoteen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ingenieros del ayuntamiento....
así puede ser ingeniero cualquiera, la única técnica que conocen es--->hacer-deshacer.
aceras, calles, plazas...terminar una obra y volver a empezarla...bancos donde nadie se quiere sentar, fuentes donde nadie puede beber, paseos(aceras de 4 metros) por donde no va nadie...

rotondas, estaciones de tren-autobus, infraestructuras....

y lo peor...trabajadores que se pegan el dia sin doblar la espalda, que pasan de todo, que lo mismo les dá una de cal que cinco de arena....
en fin....
como siempre el ciudadano de a pie a joderse.
un saludo