Vendrá Obama y tendrá tus ojos,
como personajes de una nueva teleserie
ya no podremos comprar el pan.
Vendrá Obama y la yama que llama,
su lengua palpitará entre biombos
para desovalar el despacho.
Vendrá Obama y cogeré el coche de las cinco,
pertrechado con mil cosas sin pilas
bocadillos chistorrenses...
y estaba en Oklahoma.
miércoles, 21 de enero de 2009
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