domingo, 19 de septiembre de 2010

Sorbo de letras.

Hace un año participé en el II Certamen de Literatura hiperbreve "El Rioja y los cinco sentidos". Se podían enviar siete textos así que traté de cubrir unos cuantos temas distintos con diferentes enfoques a ver si alguno colaba.
La semana pasada me llegó un paquete con el libro "Sorbo de letras", publicado por el Gobierno de La Rioja, con los dos ganadores y los ciento treinta textos que más le gustaron al Jurado. Entre ellos estaba uno de los siete que envié.
Adivina cual. Pista: lo titulé La noticia.

El texto autóctono fingido:
En la Plaza de la Paz se persiguen los niños antes de que los sienten a hacer los deberes. Los hombres de traje gris vuelven a casa orgullosos unos, humillados otros. Los que no tenemos quehaceres ni amigos a mano observamos curiosos girando la base de una copa de vino.

El texto del escritor malo:
Hacía demasiado frío para un sol tan radiante. Entré deslumbrado y se me ocurrió jugar a las tinieblas como cuando era pequeño hasta que noté el tacto de zinc de la barra. Tomé la copa y la luz halógena reflejó tonos rojizos. Comencé a entrar en calor.

El texto cine español:
El vino cayó por su frente, mientras los trozos de botella rota volaban por todas partes. Por suerte, la mayor parte se lo habían bebido antes y ni el “te quiero” ni el botellazo con el que botaban su amor le dolían ahora.

El texto emotivo-lacrimógeno:
“Cariño, este vino sabe raro”, me dijo y solté del susto la copa que sangró sobre la alfombra. Respiré hondo, reaccioné al fin y la abracé y besé intensamente. Ella no entendía nada. Era su tinto favorito… por segunda vez estaba embarazada.

El texto de la crisis:
Mi pequeña colección de botellas de vino no pudieron embargármela. Usé aquel mismo papel con la firma del juez en su reverso y la invité a beber cuanto pudiera esa misma noche. Ahora vivo en su casa. Le gustan las vidrieras que le hice para las ventanas.

El texto postmoderno apocalíptico graciosillo:
Al evacuar la Tierra, pocos fuimos los privilegiados. Cuando divisamos la atmósfera del asteroide Clarete-145 todo el transporte aplaudió y gritó ebrio de alegría. Siempre fue una premisa de la expedición… “No iremos a lugar alguno del universo donde no podamos hacer vino”, decía el almirante.

El texto absurdo:
Siempre la guardé para una ocasión especial, aunque también me decoraba mucho el salón. Vinieron los mormones y al abrir aquella botella se convirtieron en sacerdotisas. Gracias por liberarnos -decían- adiós al blanco y negro. Por la ventana se fueron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El texto creo que es el de la embarazada. Puede ser ???