miércoles, 30 de enero de 2008

Peluquerías

Acaban de abrir una de esas peluquerías de diseño cerca de mi casa. Uno no sabe si entrar y pedirse un pelotazo o si efectivamente es un sitio donde cortan el pelo. Lo que pasa es que veinte metros más adelante en la misma acera hay otra peluquería casi idéntica en su modernidad. ¿De verdad hay tanta demanda de peinados y cortes de pelo? ¿O es otra forma de blanquear dinero? No lo sé. A lo mejor sí hay negocio, y tal vez la sociedad esté por fin rendida al culto de la imagen. A lo mejor la gente "corriente" ya va a la peluquería tan asiduamente como un futbolista. En fin, cada uno que haga lo que quiera... Pero a mí, ante esto sólo se me ocurre una cosa: utilizar el número de peluquerías por habitante para medir el grado de decadencia de una sociedad. Aunque habría que hacer un modelo completo con más variables.

Investigaremos.

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