Estaba echándome la siesta un poco, y se me ha ocurrido un chiste malísimo que quiero compartir con el mundo:
Están dos pastillas en el estómago de un policía y le pregunta una a la otra:
- ¿Oye, y tú por qué entraste en el cuerpo?
Perdón.
lunes, 9 de junio de 2008
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3 comentarios:
no está mal,, tiene su filosofía.. como todo tu blog.
pensaba en algo más.. pero ya se me ocurrirá....
saludos del pues.
agustin .
Y si era poli local, ya sabes lo que le estaría diciendo a sus primas las neuronas: la máxima aspiración del tonto del pueblo es ser policía local.
tendrian que ser pastillas policias. a ver si me esnifas mas pegamento antes de echarte la siessta...
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